En las últimas décadas, la comunidad científica ha mostrado gran interés por investigar los efectos beneficiosos de la música en bebés y en niños. La iniciación musical puede iniciarse en la propia casa. Los niños pueden aprender sonidos y ritmos simplemente si escuchan canciones infantiles o los padres dan palmas mientras suena la canción.
Entonar canciones a los bebés y escuchar música con ellos, además de producir cambios a nivel fisiológico, desarrolla un fuerte vínculo afectivo, que estimula su inteligencia emocional. Asimismo, a nivel psicológico, despierta, estimula y desarrolla emociones y sentimientos.
Los estudios reflejan que la música favorece la capacidad de los niños para la atención y la concentración, potenciando así su rendimiento en el colegio. La música estimula la memoria, el análisis, la síntesis y el razonamiento, y por lo tanto, el aprendizaje.