Once estudiantes de nuestro colegio llegaron la mañana de este jueves 18 de julio a compartir con la gente que espera en la urgencia del Hospital del Salvador. Eran las 6:30 y el frío se hacía sentir. El sueño también. Pero frío y sueño pasaron a segundo plano cuando comenzaron a compartir café y sándwiches con las personas que esperaban su turno para ser atendidos y las personas en situación de calle que se cobijan en ese lugar.
Los estudiantes que vivieron esta experiencia recibirán el sacramento de la Confirmación el sábado 9 de agosto próximo y la posibilidad de estar en este espacio fue una tremenda oportunidad para llenar el corazón y decirle a Jesús: “Aquí estoy, Señor”.
Sofía Araya, del III medio B, dijo que esta posibilidad “Nos abre los ojos a la realidad de otras personas. En nuestra realidad el acceso a la salud puede que no sea un problema, pero para otras personas no es posible acceder a un servicio privado. Me impactó y me hizo empatizar. A pesar de que son largas horas o días de espera en la urgencia, la gente se alegró de vernos y de compartir”. Por su parte, Ignacio Dayller del III medio B, estaba contento porque a dos semanas de confirmarse, servir al prójimo “es otro paso para confirmar tu fe en Dios y tus creencias. Fue difícil despertarse temprano con el frío, pero todos tuvimos una muy buena actitud y disposición a la hora de entregar el desayuno a la gente que nos recibió con los brazos abiertos. Fue bonito porque al final hablamos con la gente que espera atención médica y cerramos con una oración y mucha gente se nos unió. Para las personas en el hospital fue bueno porque fue un apoyo, muchos andaban con el estómago vacío después de tantas horas de espera”.
Florencia Irarrázaval, del III medio A, confesó que no tenía muchas ganas de ir: “Al principio cuando nos dijeron la hora me dio lata, pero una vez allá nos recibieron súper bien. La gente fue amable con nosotros. Había gente en situación de calle que se notaba que tenía hambre. Vimos realidades distintas, había gente con trabajo de parto, otros recién operados, y esas son experiencias que uno nunca puede que viva porque tenemos salud privada. Me gustaría poder ayudar a estas personas porque uno ve que hay gente que espera horas sin saber si van a estar bien. Es importante entender la realidad de Chile, pese a que igual fuimos a una urgencia del sector oriente”.
Agradecemos a las madres y padres que acompañaron esta iniciativa, así como a Anita Muñoz, asesora de la comunidad de confirmación y Francisca Undurraga, coordinadora de Pastoral que motivaron a los jóvenes a compartir este experiencia.