La frase del título es del Buen Padre, Pierre Coudrin, cofundador junto a Enriqueta Aymer de la Congregación de los SS.CC. Esto sigue ocurriendo a casi 225 años de su nacimiento, y es uno de los principales compromisos de las hermanas hasta hoy.
Por esto, desde el jueves 30 de mayo y hasta el sábado 1 de junio, se reunieron en la casa de ejercicios Espíritu Santo, en Santiago, los equipos directivos de los 4 colegios de la Congregación de los Sagrados Corazones.
Treinta personas participaron del encuentro, destacándose la presencia de las hermanas que cumplen el rol de representantes legales; Isabel del C. González ss.cc. en Providencia, Marta Montecino ss.cc. en Viña del Mar, Nieves Silva ss.cc. en el Liceo Nuestra Señora de la Paz y Antonieta Vergara ss.cc. Además estaban la hermana Carmen Gloria Mancilla, coordinadora de la pastoral en San Javier, y contamos con la presencia de la Superiora Territorial Irene Arias ss.cc. quien aprovechó de compartir con los equipos.
El objetivo de estos encuentros que se realizan una vez al año, es generar cercanía entre los equipos directivos quienes tienen a cargo la conducción de los colegios que comparten la misma espiritualidad y carisma.
En esta versión se continuó el camino de encuentros anteriores en el que se ha podido obtener herramientas que les permitan acompañar de mejor manera a los equipos en cada colegio, teniendo en cuenta la variedad de liderazgos de quienes participan en la gestión directiva.
A cargo de SP Consultores, los temas se centraron en la entrega de elementos y herramientas que mejoren la función directiva, haciéndose cargo de ir revisando cada uno de los factores que inciden en la compleja vida de los colegios que considera la presencia de tantísimos mundos en su interior.
Pero como todo encuentro también se vive a concho la fraternidad, tan distintiva del carisma SS.CC. y que hace que experimentemos el sentido de familia donde se vive la vocación bajo la misma mirada del mundo y. del amor de Dios.