SEMANA SANTA 2023
CONMEMORACIÓN SEMANA SANTA
11 horas Domingo de Ramos:
Se comienza la procesión en la calle por la entrada principal del colegio.
7:45 horas:
Todos los profesores están invitados a rezar en la sala de profesores.
8:00 horas:
Cada profesor jefe hace una oración especial en su sala con su curso.
8:00 horas: Oración por curso
Presentación de Jesucristo Superestrella a cargo de los estudiantes de IV medio.
Luego de la presentación, que será en diferido por ciclo, cada curso tendrá un espacio de reflexión en su sala de clases con el profesor que corresponda según horario.
TODO EL COLEGIO SALE EN SILENCIO EN SUS RESPECTIVOS HORARIOS, COMO SIGNO DE PREPARACIÓN AL TRIDUO PASCUAL, EN QUE SE CONMEMORA LA MUERTE DE JESÚS.
Rogamos la colaboración de padres y apoderados y les invitamos a hacerse parte de esta salida en silencio con toque de campanas.
19:30 horas:
Adoración al Santísimo en la capilla del colegio. Están invitados, madres, padres, apoderados, profesores y asistentes de la educación.
La Adoración al Santísimo es un elemento central de la espiritualidad de los Sagrados Corazones.
Deben traer un cojín y/o una manta.
9:00 horas: Retiro de todo el personal del colegio.
Estudiantes no tienen clases.
La pastoral preparó una oración especial para que las familias puedan rezarla en familia el Jueves Santo. Está disponible en el especial de Semana Santa en la web.
19:30 horas:
Vigilia Pascual en la capilla del colegio.
No hay eucaristía, se reemplaza por la Vigilia Pascual.
8:00 horas:
Acogida y preparación del desayuno de los estudiantes en su sala.
8:30 horas:
Oración comunitaria en el patio de media.
9:00 horas:
Desayuno por cursos.
Conmemoremos la última Cena de Jesús en Familia
Esta es una invitación para que la tarde de Jueves Santo, podamos “detenernos” algunos minutos para compartir la mesa y conmemorar la última Cena de Jesús. La idea es generar un espacio reflexivo como familia e iglesia doméstica y pongamos en común nuestro sentir y pensar sobre el sacrificio de Jesús por la humanidad y también nuestros propios dolores y alegrías. Es importante recordar que el hogar cristiano es una Iglesia en pequeño donde recibimos el amor de Dios y de donde salimos para llevar la buena noticia a otros.
Materiales:
- Les proponemos armar un lugar especial para este momento, puede ser la mesa del comedor o sentados en la alfombra con cojines.
- También tener un pequeño altar con una cruz, una vela, la biblia y una foto familiar.
- Para compartir, tener algunos alimentos como, pan, uva, vaso de jugo o agua.
- Nos signamos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Iluminamos este momento con el Evangelio Según San Juan 13, 1-15
Luego de compartir la lectura, podemos realizar el gesto que hizo Jesús con sus discípulos que puede ser reemplazado por lavarnos las manos entre nosotros como signo de respeto, de servicio, compromiso y de igualdad entre nosotros.
Reflexionemos:
- ¿De qué manera podemos servir/ayudar a los demás? Aquí en nuestra casa y en los lugares donde estamos durante la semana (trabajo, Colegio, otros espacios)
- ¿Por qué es importante hacerlo?
- ¿A quiénes y dónde más podemos ayudar?
En este segundo momento, vamos a recordar y hacer lo que Jesús hizo en la última cena. Era jueves, Jesús había preparado todo para encontrarse con sus discípulos y cenar con ellos “Jesús, tomó el pan, dio gracias, lo partió y se lo dio a sus amigos diciendo: Esto es mi cuerpo que se entregará por ustedes” (Marcos 14, 22-24)
Jesús relacionó el pan y el vino con su cuerpo y su sangre, por él entregaría su vida por amor a nosotros.
Ahora se comparten los alimentos, haciendo el mismo gesto que Jesús tuvo con sus apóstoles sus amigos más cercanos, este gesto de compartir nos tiene que unir más a Jesús. Animemos el encuentro y la conversación en familia.
Para finalizar, agradecemos el sacrificio de amor de Jesús hacia nosotros y la manera en que podemos responder a ese amor.
Agradecemos este momento, tomándonos de las manos y rezando el Padre Nuestro.
- Alabados Sean los Sagrados Corazones de Jesús y de María
Ahora y siempre por los siglos de los siglos, amén.
¿Qué se celebra el Domingo de Ramos?
Es la entrada triunfal de Jesús en Jerusalem y la puerta de entrada a la Semana Santa. A Jesús se le reconoce como el Hijo de Dios para lo cual el pueblo lo esperó con ramos de palma y olivo de regalo. Por eso se bendicen los ramos al comenzar la eucaristía. Además, ese domingo, el evangelio es el relato completo de la Pasión, muerte y Resurrección de Jesús.
¿Qué es el Triduo Pascual?
El Triduo Pascual son los 3 días que contemplan; el Jueves Santo, Viernes Santo y la Vigilia Pascual.
Estos días nos harán revivir el acontecimiento central de nuestra salvación. Serán los más intensos de oración y meditación, en los que reflexionaremos, ayudados por los conmemorativos ritos de la Semana Santa; la Pasión, la muerte, y la Resurrección de Cristo.
Cada día del Triduo Sacro es un misterio y un tesoro.
Jueves Santo
El Jueves Santo contemplaremos a Cristo, que en el Cenáculo, en la vigilia de su pasión, hizo a la Iglesia el don de sí mismo, instituyó el sacerdocio ministerial y dejó a sus discípulos un mandamiento nuevo, el mandamiento del amor. En el sacramento de la eucaristía ha querido quedarse con nosotros, haciéndose nuestro alimento de salvación. Tras la sugerente santa misa de la Cena del Señor, permaneceremos en adoración con él, obedeciendo el deseo que manifestó a los Apóstoles en el Huerto de los Olivos: «Quédense aquí y velen conmigo» (Mt 26, 38).
Viernes Santo
El Viernes Santo reviviremos los trágicos pasos de la Pasión del Redentor hasta la crucifixión en el Gólgota. La adoración de la Cruz nos permitirá comprender más profundamente la infinita misericordia de Dios.
Al pasar conscientemente por aquel dolor inmenso, el Hijo Unigénito del Padre se convirtió en anuncio definitivo de salvación para la humanidad. ¡Ciertamente la cruz es un camino difícil! Y, sin embargo, solo en ella se nos entrega el Misterio de la muerte que da la vida.
El clima de recogimiento y silencio del Sábado Santo nos ofrecerá después la ocasión de esperar, rezando con María, el acontecimiento glorioso de la Resurrección, comenzando a experimentar ya la íntima alegría pascual.
Vigilia Pascual
En la Vigilia Pascual, al entonar el canto del «Gloria» se desvelará el esplendor de nuestro destino: formar una humanidad nueva, redimida por Cristo, muerto y resucitado por nosotros.
Cuando se cante en el día de Pascua, en los templos de todos los rincones de la tierra, Dux vitae mortuus regnat vivus, «el Señor de la vida había muerto; pero ahora, vivo, triunfa» (Secuencia), podremos comprender y amar hasta el fondo la Cruz de Cristo: ¡en ella, Cristo derrotó para siempre al pecado y a la muerte!