En un ambiente de alegría, recuerdos y gratitud, las y los apoderados, profesores y profesoras, hermanas de la congregación, invitados y estudiantes vivieron la emoción de la despedida oficial.El miércoles 16 de noviembre fue el turno del IVº medio A. Su profesora jefe, Elizabeth Valdés, fue llamando a cada uno, destacando sus cualidades e historia y entregándoles un mensaje de los fundadores de la congregación. Luego, fueron premiados aquellos estudiantes que obtuvieron un promedio superior a 6,6 y la estudiante Magdalena Fontaine Zamorano, que obtuvo un promedio 6,98, fue galardonada con el premio a la excelencia académica. La premiación continuó con un reconocimiento a los estudiantes que estuvieron por 12 años o más en nuestro colegio. Finalmente, se destacó a aquellos estudiantes que han hecho vida los valores de amar y servir, entregado de manos de nuestra Superiora Provincial, la hermana Irene Arias.En los discursos de despedida, nuestra directora Gloria Rojas destacó la confianza depositada por los apoderados en nuestra institución. María-José Domínguez representó a sus compañeros y compañeras con un bello discurso que resaltó el aprendizaje de servir a los demás y comparó sus años con un tren, que ahora partía hacia una nueva estación. La familia Fontaine Zamorano dio voz a los apoderados, con un discurso que realizó un recorrido por la historia mundial y sus cambios, reflejados también en el recorrido de sus hijos e hijas. Luego de entregada la licencia secundaria a cada estudiante, su profesora jefe les dio la bendición y, como una linda sorpresa, los padres de Trinidad Farías y la madre de Magdalena Fontaine, cantaron “Sopla”.
El jueves 17 de noviembre, el IVº medio B tuvo su ceremonia de graduación. Su profesor jefe, Daniel Marín, les dedicó hermosas palabras a cada uno, agradeciendo su confianza y aportes al curso y al colegio. Se premió a los y las estudiantes con un promedio superior a 6,6 y se entregó el reconocimiento a aquellos estudiantes que han hecho suyo el lema “amar es servir”. Después de las palabras de despedida de la directora, que los instó a “honrar la vida”, la estudiante Natalia Urra dio un sentido discurso, el cual realizó una analogía entre el deporte y la vida, refiriéndose a su curso como a un equipo y llamando a darlo todo en este nuevo partido que se avecina. La familia Avilez Monje agradeció la acogida dada por las hermanas y el colegio y recordó el camino recorrido por el curso. Luego de la entrega de la licencia secundaria a cada estudiante, su profesor jefe les dio la bendición.Que los Sagrados Corazones los protejan y acompañen siempre y recuerden que esta siempre será su casa.”