El domingo de resurrección es un día de mucha alegría.
Compartimos un almuerzo en familia, leemos y meditamos el pasaje de la Resurrección, Mateo 28, 1-8. Y comentamos ¿Qué acontecimientos o personas nos permiten reconocer a Jesús resucitado? ¿Cómo podemos ser nosotros motivo de Resurrección para otros?
Luego, si no lo han hecho, los más pequeños buscan los huevitos que llevan un mensaje o dibujo de Resurrección, explicando el sentido de ellos: en la Resurrección de Jesús se gesta la Vida Nueva para todo aquel que crea en Él y en el poder de su Resurrección.
Vivamos un día especialmente alegre. Porque este tiempo que es triste para muchos en el mundo, sobre todo aquellos que han perdido un ser querido o se encuentra enfermos, o cansados y agobiados, puede tener esperanza y alegría en el corazón. Son signos de resurrección de un Dios que se hace hombre y se queda para siempre entre nosotros.
Es el día más importante del Año Litúrgico:
¡¡Jesús ha Resucitado!!!
¡¡Feliz Pascua de Resurrección!!
