Diecinueve jóvenes internas fueron las primeras alumnas en llegar a nuestro colegio el 8 de septiembre de 1841. Era un miércoles. El colegio estaba ubicado en Santa Rosa. Creció tanto en alumnado que fue ampliándose donde mismo, hasta que se trasladaron al Campus Oriente, en 1926. Solo en los setentas nos quedamos por el lado de Chile España en el asentamiento que tenemos hasta hoy.
Solo gratitud a esta historia.
Por eso esta semana tuvimos doble acción de gracias. Los ritos son importantes y sostienen una comunidad. El domingo 3 de septiembre pudimos celebrar una hermosa misa a la chilena que dio el puntapié inicial a la semana aniversario del colegio. Llena de signos, como la ofrenda de 182 semillas que representaban la siembra de estos años y la cosecha que sin duda ha sido abundante. Además contamos con el acompañamiento nuevamente de nuestro conjunto folclórico que se lució como siempre. La acción de gracias estuvo a cargo de la directora Gloria Rojas Ponce quien agradeció especialmente por cada “profesor, estudiante, miembros del personal, familia y amigo que ha sido tocado por los Corazones de Jesús y María”. El pie de cueca final fue un alegre momento de celebración.
El viernes 8 de septiembre, día mismo del aniversario, a las 8:15 de la mañana los estudiantes desde 6º a IV medio se encontraron en la capilla para vivir la eucaristía, mientras que los más pequeños tuvieron una liturgia en el auditorio.
Durante la misa, presidida por José Vicente Odriozola, se presentó la vida del colegio a través de distintos símbolos como una copa que representa los logros del trabajo en equipo. En su homilía, José Vicente invitó a los jóvenes a imitar las virtudes de Jesús como la generosidad y el servicio incondicional al otro. Al finalizar, la acción de gracias estuvo a cargo del presidente del CAL, Martín Villalobos y de Lorena Fernández, profesora y exalumna, quien dio gracias a Dios por todo lo vivido a lo largo de tantos años como alumna y en su desarrollo profesional y personal.